LA CARCOMA

¿Cómo reconocer si nuestros muebles tienen carcoma? 

 

Los pequeños orificios de aproximadamente 2 o 3 mm en la superficie de la madera, especialmente en lugares poco visibles del mueble como bajos o traseras, indican sin lugar a dudas que ha tenido carcoma. Sin embargo, esto no significa necesariamente que la carcoma esté activa. En muebles de cierta antigüedad, hoy libres de carcoma, es fácil encontrar señales que indican que, en otro tiempo, sí estuvieron afectados.

Por el contrario, la existencia de pequeños montones de serrín junto a alguno de los orificios mencionados, sí es un síntoma definitivo para detectar la existencia de estos intrusos. 

 

En determinadas épocas del año, especialmente primavera y verano, también el ruido nos permite identificar la presencia de carcoma u otros parásitos de la madera. En un silencio absoluto, o utilizando sistemas de amplificación, es posible escuchar el ruido que las larvas emiten al roer la madera y el repiqueteo de los adultos cuando abren nuevos orificios que les permitirán salir al exterior y crear nuevas colonias.

 

Existen distintos tipos o variedades de xilófagos:

 

Diferenciados por su físico y por el tipo de madera que es afectada, además de sus consecuencias, son tres los grupos de carcoma más extendidas: anóbidos, líctidos y cerambícidos.

 

Ciclo y comportamiento de la carcoma.

 

La carcoma común (Anobium punctatum) es un insecto sujeto a metamorfosis, es decir, durante su ciclo de vida cambia de forma pasando por cuatro estados de desarrollo conocidos con los nombres de huevo, larva, pupa e insecto adulto.

  • Huevos

Las hembras de la carcoma ponen de 100 a 200 huevos, depositándolos en grietas y rugosidades de la madera. Huevos tan minúsculos que el ojo humano no detecta. Suelen ponerlos en las partes del mueble que no están barnizadas, ni siquiera pulidas, como traseras, fondos de cajones, etc.

  • Larvas de carcoma

De los huevos nacen pequeñas larvas marrones que viven entre 2 y 10 años y cuya única tarea durante ese periodo es comer madera, excavando galerías a su paso, sin que desde el exterior se perciban señales de su presencia. Las larvas no abandonan la madera en la que han nacido, por lo que, en este estado, no existe peligro de que puedan "contagiar" a otros muebles.

  • Pupa

Cuando la larva está suficientemente madura se dirige hacia las capas de la madera más próximas a la superficie, allí se rodea de una coraza y se "empupa" permaneciendo en estado latente mientras en el interior tiene lugar la metamorfosis que la convertirá en el insecto volador adulto.

  • Carcoma adulta

Una vez que se ha completado el proceso de metamorfosis, el insecto rompe la película de madera de la cámara y sale al exterior formando los agujeros característicos. Su cometido en el exterior es reproducirse. Esto ocurre entre junio y octubre (dependiendo de la variedad del insecto). Su aspecto es el de un escarabajo de 4 a 5 mm que cuando vuela puede confundirse con una pequeña mosca. Después del apareamiento, la hembra busca nueva madera donde colocar sus huevos y repetir el ciclo.

 

Un truco para alejar la carcoma de nuestros muebles es colocar un saquito de tela con bellotas verdes en su interior, durante la época de reproducción. De esta manera los insectos adultos pondrán sus huevos en las bellotas, ya que son una gran fuente de alimento para ellos. 

 

Siempre que existan dudas razonables sobre la existencia de carcoma, u otros xilófagos en un mueble conviene tratarlo, porque hay peligro de que acabe contaminando otros muebles o estructuras de madera próximas. Por último, la manera de asegurar la existencia o no de xilófagos, es realizando un análisis radiológico. 

 

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